#Controversia – Marina de México: no hay niña bajo la escuela derrumbada
Luego de dos días de una búsqueda desesperada por hallar a una niña atrapada bajo los escombros después del sismo que remeció la Ciudad de México, la Marina aseguró que no hay ninguna menor en el lugar.
Sin embargo, aclaró que un adulto aún podría estar vivo. Según este reporte del subsecretario Ángel Enrique Sarmiento, los registros que tienen demuestran que los menores de la escuela han fallecido, han sido canalizados a hospitales o sobrevivieron.
Desde las primeras horas del jueves, grupos de autoridades, voluntarios y periodistas seguían pendientes de las labores en la escuela Enrique Rébsamen, al sur de la capital, a dos días del sismo de 7.1 grados que remeció el centro de México y dejó al menos 245 muertos y más de 2 mil heridos.
El avistamiento de los dedos de una niña moviéndose a primera hora del miércoles se volvió un símbolo de esperanza que llevó a miles a trabajar frenéticamente en decenas de inmuebles colapsados en la capital.
Ni la lluvia ni la noche interrumpieron las tareas de rescate. Sin embargo, la incertidumbre y falta de información preocupaba a la prensa local y familiares de los niños que asistían al colegio.
Lourdes Prieto, madre de una alumna, afirmó que no hay una lista de alumnos y se desconoce quiénes pudieran estar atrapados y quiénes lograron salir.
Agregó que volvió a la escuela porque alguien comentó que podría asistir el secretario de Educación, pero al final todo fue un rumor.
“Lo que necesitamos en primer lugar es que se haga un censo de quienes estamos vivos porque no lo hay”, dijo. Agregó que ella y otros padres de familia se están organizando para crear un listado, ya que el personal resultó herido y esta labor podría complicarse. Según estima, en el colegio pudo haber unos 400 alumnos de entre tres y 15 años matriculados.
Hacia la mañana del jueves, reportaron las autoridades, ya habían llegado al país expertos en desastres naturales de Japón, El Salvador, Estados Unidos e Israel.
En tanto, en la escuela, la delicada operación para rescatar a la niña continuaba. Mientras seguían introduciéndose micrófonos para tratar de percibir cualquier ruido, los trabajadores empezaban a utilizar un aparato llamado “life detector” que permite identificar sonidos que estén a diferentes distancias y profundidad, así como magnificar cualquier movimiento incluso bajo la tierra.