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La maldición de la cabra acaba 71 años después

Han probado hasta «exorcismos» pero por fin, los Chicago Cubs acabaron con esta extraña condena. La maldición de la cabra.

Los Chicago Cubs acaban de ganar las Series Mundiales 108 años después. El equipo de Illinois se ha impuesto por 8-7 a los Cleveland en el séptimo partido de la eliminatoria. Con esta victoria los Cubs rompen una maldición que les perseguía desde hace 71 años.  

Una cabra tiene la culpa.

El 6 octubre de 1945,  Billy Sianis, un inmigrante griego con una taberna delante del estadio de los Cubs, fue a la taquilla del Wrigley Field a comprar dos entradas para ver las Series Mundiales, una para él y otra para su cabra Murphy. Sianis se la había encontrado cerca de su taberna y la convirtió en su mascota.

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Sin embargo, los espectadores se quejaron del olor del animal y la seguridad del estadio echó a Billy y su cabra del estadio. “Perderán esta Serie Mundial y nunca volverán a ganar otra”, dijo Billy al salir. Dicho y hecho. Los Chicago Cubs perdieron esa Serie Mundial y no han ganado otra desde 1908.

Billy era un miembro conocido en la comunidad de Chicago y su historia salió en el Chicago Sun del día siguiente. Su taberna sigue abierta a día de hoy.

Con el paso de los años se arrepintió de sus palabras. En 1969 intentó anular su maldición, pero no sirvió de nada. Al año siguiente Billy murió y sus Cubs seguían sumidos en la ruina deportiva. Ese mismo año un gato negro pasó por el banquillo de los Cubs en un partido ante los Mets. Muy oportuno.

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Cuatro años más tarde su sobrino Sam, que se hizo cargo del bar, le hizo un exorcismo a Sócrates, una cabra descendiente de Murphy, junto a un periodista. Llevaron a la nueva cabra hasta el estadio de los Cubs en una limusina blanca. Una vez allí la hicieron caminar por una alfombra roja con un cartel en el cuello que decía: “Todo está perdonado. Déjenme llevar a los Cubs al título”. Tampoco sirvió de nada.

Por si fuera poco, en 1984 los Cubs invitaron al sobrino de Billy al primer partido de la temporada. Antes de empezar el encuentro, Sam saltó al terreno de juego con un descendiente de la cabra y proclamó que «la maldición estaba levantada», recibiendo una ovación del estadio. Diez años después los aficionados estaban hartos de la maldición y el cántico “ Let the goat in!” (dejen que entre la cabra) era habitual en los partidos del equipo.

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Ciertamente, lo de los Cubs es digno de estudio. En los Playoffs de 2003 sufrieron uno de los sucesos más extraños de la historia del béisbol.

En el sexto partido de la serie para ganar el campeonato nacional, los Cubs estaban a punto de llevarse la victoria. Entonces uno de sus hinchas, Steve Bartman, le quitó la pelota al catcher Moisés Alou. El equipo perdió la serie y Bartman explicó que estaba tan atrapado en el momento que nunca vio que había colaborado, sin querer, a la derrota de su equipo. Se ha negado a dar entrevistas después del incidente y nunca ha vuelto a pisar el estadio.

Para acabar con la maldición, los Cubs lo han intentado todo pero nada extradeportivo ha servido. Ahora, después de 108 años han ganado el campeonato con una gran plantilla y sin cabras de por medio.

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