PETA demanda para que mono sea declarado dueño de selfies
Un macaco que tomó varias selfies que se volvieron famosas debe ser declarado dueño de los derechos de autor de las fotos, en lugar del fotógrafo británico que instaló la cámara, de acuerdo con una demanda presentada el martes por un grupo defensor de los animales.
El grupo Personas por la Ética en el Trato de los Animales (PETA por sus siglas en inglés) presentó la demanda ante una corte en San Francisco y busca una orden judicial que le permita administrar todos los ingresos generados por la foto para que sean usados a beneficio del mono, que fue identificado como Naruto, de 6 años y otros macacos que viven en una reserva en la isla indonesia de Sulawesi.
Las imágenes fueron tomadas durante un viaje que el fotógrafo británico David Slater hizo a Sulawesi en 2011. A través de la editorial Blurb, con sede en San Francisco, Slater publicó un libro llamado «Wildlife Personalities» (Personalidades Silvestres) que incluyó las «selfies monas».
Sin embargo las fotos han sido ampliamente difundidas por todas partes, en páginas de noticias e incluso Wikipedia, el cual señaló que nadie tiene los derechos de autor de las imágenes porque fueron captadas por un animal, no por una persona.
Slater, quien está estudiando acciones legales contra esos sitios en internet, dijo que está «muy triste» por la demanda de PETA porque él mismo se considera un defensor de los derechos de los animales.
El año pasado, la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos emitió un compendio actualizado de sus políticas e incluyó una sección que estipula que solo registra derechos de autor a humanos. Además, especifica que los trabajos producidos por animales, ya sea una foto tomada por un mono o un mural pintado por un elefante, no califican.
Sin embargo, Jeffrey Kerr, abogado de PETA dijo que la política de la agencia «es sólo una opinión» y que la Ley de Derechos de Autor en sí no contiene lenguaje que limite los derechos de autor a los humanos.
«La ley otorga los derechos a los autores de los trabajos originales, sin limitar a las especies», dijo Kerr. «La ley es clara: no es quien sea dueño de la cámara, es quien tomó la foto».
El año pasado, a medida que la disputa se cocía a fuego lento, Slater ofreció copias de la «selfie mona» cobrando sólo el costo de manejo y envío y dijo que donaría 1,70 dólares por pedido a un proyecto de conservación dedicado a los macacos de Sulawesi, pero también ha defendido su derecho a obtener ganancias por las fotos.