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Los dos mejores consejos para lucir bien

Han pasado siglos desde que Fidias (siglo V a.C.) diseñara un criterio numérico buscando la belleza en sus obras. Desde entonces, aunque la belleza puede ser en muchos casos subjetiva, el concepto de lo popularmente bello pareciera tener un patrón; tanto es así que los estándares han logrado hacer que hasta los hombres ortodoxos deseen tener mejor afeitadora corporal para estar dentro del rango de “belleza”.

¿Qué es la belleza?

La belleza no es más que la capacidad (de una persona, animal o cosa) de provocar reacciones sensoriales positivas o agradables en aquellos que perciben su existencia. Siendo un hecho que cada persona es capaz de emitir un juicio diferente, lo curioso de la belleza es que en muchos casos es un punto de encuentro para gran cantidad de testigos de aquello que sea objeto de observación.

Si nos fijamos en la naturaleza, hay fenómenos que comúnmente son reconocidos como bellos; entre ellos podríamos mencionar a los mamíferos en su edad temprana, las flores, el firmamento, una pareja de personas enamoradas, entre otros. Sin embargo, cuando se trata de gustos más específicos, se entra en el torbellino de las subjetividades y es en extremo difícil (por no decir imposible), fijar un criterio.

Entonces, ¿qué es ser bello?

En la actualidad, a menudo somos bombardeados con publicidad que no dice cómo debe lucir la belleza y qué tendríamos que adquirir para alcanzarla. Lo curioso del caso es que hace unas décadas ese estereotipo de lo hermoso distaba del que se tiene ahora, y hace medio siglo aún más. Además, las modas siempre vuelven; siendo así, ¿cómo debe lucirse realmente para ser bello?

Sé tú mismo

Lo primero que debes aprender es que no tienes que parecerte a ningún súper modelo, estrella pop, de rock ni actor de cine. Desde niños aprendemos que todos y cada uno de nosotros somos diferentes, por lo que existen personas de piel morena o blanca, de cabello liso o rizado, gente alta y otras no tanto, personas delgadas y otras robustas, etc. Dicho esto, lo mejor que puedes hacer es ser tú mismo.

Existen dos refranes bastante acertados. Uno dice que la belleza está en los ojos de quien la mira, lo que significa que cada quien tiene su propio criterio y puede decidir lo que cubre sus expectativas sensoriales y lo que no. El otro es un antiguo proverbio de los nativos norteamericanos que reza: “la única manera de hacer las cosas mal es cuando intentas hacerlas como otra persona”.

Encuentra tu propio estilo, pero ten estilo

Una vez que tengas tu torre de seguridad personal erigida, encuentra un estilo que te acomode y con el que te sientas a gusto. No creerás lo bien que puedes lucir siendo una buena versión de ti mismo en lugar de ser una mala imitación de algún famoso. Siguiendo este par de simples consejos, no tendrás que pasar por un Revisor de Belleza para que tú y el resto del mundo adviertan que luces genial.

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